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  • Moody´s: Perú desaprovecha los mejores términos de intercambio en 70 años; su economía debería crecer 5%, pero no lo hará

    Rezago. La agencia calificadora de riesgo Moody´s indicó que el Perú pasó de ser la estrella de crecimiento económico de la región a "uno más del montón".

    Moody´s: Perú desaprovecha los mejores términos de intercambio en 70 años; su economía debería crecer 5%, pero no lo hará
    El Perú vive un ciclo de precios internacionales que cualquier economía en desarrollo en este momento envidiaría. Los términos de intercambio -relación entre lo que el país recibe por sus exportaciones y lo que paga por sus compras del exterior-, han alcanzado niveles históricos, incluso superiores a los de 1951 durante el gobierno de Manuel Odría. Sin embargo, el crecimiento económico que el gobierno de Dina Boluarte ostenta dista de reflejar esa bonanza. Mientras el país debería expandirse cerca de 5%, bordea poco más de la mitad de ese potencial (3,1%).

    Así lo analiza Jaime Reusche, vicepresidente del Grupo de Riesgo Soberano de la agencia calificadora de riesgo Moody´s, quien señala que si uno hace las matemáticas, "honestamente, la economía peruana podría y debería estar volando en torno al 5%", pero lamentablemente las condiciones domésticas, sobre todo la volatilidad política, limitan ese impulso, afirmó durante el evento de Moody´s - Inside LatAm: Perú 2025, al que este diario estuvo presente.

    De estrella regional a "uno más del montón"

    A modo de ejemplo, recordó que entre los años 2010 y 2017, a pesar de un contexto de choque negativo de los términos de intercambio, la economía peruana fue la que más creció en América Latina.

    "En ese momento decíamos que Perú era la estrella de crecimiento de la región", dijo. Sin embargo, hoy la situación es distinta. "El costo político ha hecho que el Perú ya no sea el que más crece en la región. Es uno más del montón. Ese es el costo de las malas instituciones políticas, según lo que hemos visto en términos comparativos", añadió.

    Términos de intercambio están en su nivel más alto desde 1951.

    En sectores específicos, destacó que nuestro país sea un "campeón mundial" en arándanos, superando a España, Países Bajos y Chile en competitividad. El cobre y el oro también se benefician de un contexto internacional favorable. Como resultado, se ha tenido un superávit en cuenta corriente, que se traduce en disponibilidad de dólares dentro de la economía y estabilidad cambiaria. "Un pequeño consuelo en la parte económica", señala el ejecutivo.

    Pero ese flujo externo de recursos contrasta con un desempeño interno débil. Recordemos que la inversión privada, motor del crecimiento, se desplomó 7,2% en 2023 y solo logró recuperarse en 2,6% durante 2024, muy por debajo del dinamismo esperado en un escenario de precios tan auspiciosos.

    El déficit no encaja con la bonanza

    Peor aún, el país cerró 2024 con un déficit fiscal de 3,6% del PBI, el más alto desde 1998. En un contexto de boom de exportaciones, ese desbalance luce incomprensible para Moody´s. "Es alarmante y atípico para el Perú. El mayor déficit reciente había sido de 2,7% en 2017 por el Fenómeno de El Niño", recordó Reusche.

    Sin embargo, indicó que el bajo nivel de deuda pública (32,5% del PBI) sigue siendo el ancla que sostiene la confianza, junto con un riesgo país más bajo que el de Chile, Colombia y Brasil. Para la agencia, no se puede atribuir todo a los mercados. "No exculpemos a los líderes que en los últimos cuatro años han sido degenerados fiscales", criticó el analista.


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    Medidas inmediatas y retos del próximo gobierno

    La mayor tara es la inseguridad que golpea a los ciudadanos y a las compañías. "Las grandes empresas pueden absorber el costo, pero las pequeñas y medianas empresas no tienen los recursos ante el cobro de cupos", advirtió Reusche. Por eso, sostuvo, que es la problemática más inmediata que el próximo gobierno debe resolver, incluso por sobre el déficit fiscal, confianza al sector privado y la inversión en infraestructura.

    El espejismo de la bonanza revela que los problemas del Perú no son externos. Al margen de la guerra comercial y choques internacionales, la traba mayor está en casa traducida en el ruido político, debilidad institucional y falta de disciplina fiscal.

    A juicio del exministro de Economía, Alfredo Thorne, algo que caracterizaba al MEF en el 2016 era la profesionalización de funcionarios. "Eso se ha perdido mucho. Hemos tenido mucha injerencia política. En economía hay la idea equivocada que si el gobierno gasta más, ayudará a la economía", indicó.

    Entre las tres medidas para el próximo gobierno, recomienda un servicio civil profesionalizado, pero que se diferencie de Autoridad Nacional del Servicio Civil (Servir). "No creo en Servir. Si el BCRP no quiere participar en eso, tenemos un problema", afirma. Otra medida es un destrabe de la minería en el corto plazo. "Lo que está pasando ahora es que esté gobierno está apoyando más a la minería ilegal y le quita apoyo a la formal", indica.

    Reusche sostiene que otro de los retos pendientes que va a tener el gobierno próximo es el déficit fiscal. Recordemos que este gobierno construirá el presupuesto para el próximo año, pero desde Moody´s esperan que ojalá haya una desaceleración del gasto, una vez que haya recambio de autoridades en los próximos años. Además dijo que la guerra arancelaria impuesta por el presidente de Estados Unidos Donald Trump, pese a ser muy volátil, "parece no haber afectado mucho el crecimiento de Perú".

    Ley Chlimper 2.0 injustificada en corto plazo

    Consultado por La República sobre la llamada Ley Chlimper 2.0, medida que reduce el impuesto a la renta de las agroexportadoras de 29,5% a 15%, Jaime Reusche advirtió que se trata de una medida debatible y poco justificada en el corto plazo.

    "El sector agroexportador peruano ya es un world leader, super productivo, que le gana al mundo. No está tan necesitado de mayor competitividad. Entonces darle mayor impulso puede ayudar a que genere mayor empleo y ahí la apuesta es más de largo plazo porque el empleo que genere no depende de ingresos tributarios o de la renta de los empleados, no tanto de las empresas", señaló.

    El analista de Moody´s recordó que diversas entidades técnicas habían cuestionado la pertinencia de la norma. "La postura de varios organismos era que no era tan necesaria, o al menos no en el nivel en que se ha otorgado esta competencia tributaria al sector. Es un sector súper productivo, pero que genera mucho impuesto", dijo.

    "Se sacrifican ingresos tributarios en el corto plazo con la expectativa de que, en el largo plazo, el empleo adicional que se genere derive en mayores tributos. El problema es si se ha dado en el momento óptimo; tal vez no", apuntó.


    FUENTE: LA REPÚBLICA

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