Así fueron las últimas 24 horas de vida de José Miguel Castro
Su esposa y sus dos hijos estaban en la casa cuando su padre, el exlegislador Julio Castro Gómez, halló el cuerpo en el baño. Estaba boca arriba rodeado de sangre, presentaba un corte en un cuello de lado a lado y estaba en buzo y zapatillas. Además de ser testigo del caso de corrupción de Susana Villarán, entregó información.

En la noche del sábado 28 de junio, José Miguel Castro y su esposa Paula Maguiña Ugarte, acordaron que sería él quien recogería a su hijo mayor de 21 años de la casa de unos amigos donde había una fiesta. Maguiña también sería parte de un encuentro en otro lugar con sus amigas. La casa de la calle Madrid donde vivían Castro, Maguiña y sus dos hijos varones, pertenece al excongresista y médico Julio Castro Gómez.
Paula Maguiña llegó a la residencia a las tres de la mañana del domingo 29 de junio, pero no encontró a José Miguel Castro. Asumiendo que su esposo había salido a buscar al hijo mayor, decidió meterse en la cama. Estaba muy cansada, por lo que rápidamente fue presa del sueño. Al despertar a las 10 de la mañana, tampoco encontró a su lado a José Miguel Castro, así que se dispuso a dirigirse al baño para ducharse. Cuando estaba en camino, la sorprendió el grito de su suegro, Julio Castro Gómez.
Paula Maguiña corrió hacia el baño creyendo que algo le había pasado a Julio Castro Gómez, pero cuando ingresó al recinto encontró el cuerpo de José Miguel Castro boca arriba, vestido con un buzo guinda, rodeado de sangre y con un corte en el cuello de lado a lado. También había un cuchillo de cocina y otro más pequeño para rebanar pan.
El cuerpo encontrado
La mano derecha del aspirante a colaborador eficaz, José Miguel Castro, posaba sobre su vientre, y la izquierda estaba extendida hacia arriba, en dirección hacia su cabeza.
A un lado había una chompa, una toalla pequeña para secar las manos y estaba calzado con zapatillas. Muy cerca, en una especie de taburete, había un oxímetro, un instrumento para medir la saturación de oxígeno en la sangre y la frecuencia cardíaca.
En el mismo lugar había un retrato del Che Guevara y otro de Jim Morrison, el cantante de la banda The Doors.
Retrato de familia
Según los testigos consultados, en sus últimas 24 horas de vida, el expresidente del directorio de la Caja Municipal en la gestión de Susana Villarán, José Miguel Castro, no dio muestras de comportamiento extraño. Cumplía con sus tareas familiares y hogareñas, y no había expresado alguna molestia, angustia o perturbación en particular.
Probablemente murió cuando todos dormían en la casa.
Los testigos no se apresuran a plantear alguna hipótesis, si fue un suicidio o un crimen.
José Miguel Castro tampoco había manifestado preocupación por alguna amenaza, seguimiento o llamadas sospechosas.
De hecho, salía de noche a encontrarse con algunos amigos de los viejos tiempos, en algunos locales de Barranco, que eran sus preferidos. No solía hablar de su situación judicial.
Castro solicitó acogerse a la colaboración eficaz sobre casos de corrupción durante la gestión de la alcaldesa Susana Villarán, en relación al pago de sobornos por parte de las constructoras brasileñas Odebrecht y OAS, a cambio de concesiones de los peajes de la capital.
Los amigos lo llamaban "Quico", el personaje de "El chavo del 8". Odebrecht le puso el "codinome" de Budian, un pez característico por ser mofletudo.
El 5 de noviembre de 2019, Castro se presentó ante el Equipo Especial del Caso Lava Jato para ofrecer información sobre los actos de corrupción durante el mandato de Villarán, lo que fue el principio del proceso de colaboración eficaz.
Castro también está relacionado a actividades como presidente de la Caja Municipal en el mandato de Villarán, periodo en el que según el Ministerio Público, favoreció con contratos sin licitación a las empresas Acres Finance y Acres Sociedad Titulizadora, en las que es accionista el actual alcalde Rafael López Aliaga.
Lo que estaba informando
Según el exregidor del municipio limeño, Víctor Aguilar Rodríguez, José Miguel Castro "defendió los negocios de la Caja Metropolitana con empresas de López Aliaga durante la gestión Villarán (...) Por esos negociados es que ahora investigan a López Aliaga por lavado de activos".
La muerte de José Miguel Castro es la tercera de un testigo excepcional de un caso de corrupción en poco más de medio año.
El martes 17 de diciembre de 2024 fue emboscada y ejecutada por sicarios la abogada Andrea Vidal Gómez, testigo del caso de la presunta red de prostitución en el Congreso, donde laboró la víctima.
El miércoles 25 de diciembre de 2024, el dueño de la fábrica de enlatados Frigoinca, Nilo Burga Malca, investigado por pagar sobornos a funcionarios y servidores del programa de alimentación escolar, fue encontrado muerto en un hotel de Magdalena que solía frecuentar. Su cuerpo presentaba cortes en el cuello. Burga había decidido acogerse a la colaboración eficaz, según sus familiares, por lo que estos creen que fue asesinado.
Castro es el tercer testigo clave de un caso de corrupción fallecido en extrañas circunstancias.
FUENTE: LA REPÚBLICA