Cae armero de la PNP que era parte de la banda del Monstruo
Entre los 27 detenidos de la banda de el "mounstro" se encuentra su madre, Martina Hernández, a quien se le atribuye acopiar el dinero de las extorsiones y transferirlo a diferentes cuentas en el Perú y en el extranjero, a nombre de una red de cómplices.

El suboficial PNP Georgi Araujo Alva, acusado de abastecer armamento e información clasificada a la organización criminal "Los Injertos del Norte", es uno de los detenidos de mayor relevancia durante el operativo contra la banda de Erick Moreno Hernández, alias Monstruo.
Fueron arrestados por mandato judicial un total de 27 personas, la mayoría involucradas en la recaudación y transferencia del dinero obtenido de la extorsión a comerciantes y empresas de transporte público. Entre estos se encuentra Martina Hernández de la Cruz, madre del prófugo Monstruo, a quien se le encontraron explosivos.
En el operativo que estuvo a dirigido por el fiscal provincial Edwin Velásquez Velasco, de la Fiscalía contra la Criminalidad Organizada de Lima Noroeste, se obtuvo información valiosa sobre el mecanismo que aplica el delincuente Monstruo para sacar el dinero al extranjero, mediante una serie de personas que forman parte de una misma familia. Agendas y manuscritos con números telefónicos del exterior y números de cuenta fueron hallados en las viviendas de los detenidos.
Según el mandato de detención del magistrado Roberto Rimachi Pilco, del Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de Ventanilla, el fiscal Edwin Velásquez presentó contundentes elementos de convicción para sustentar que los arrestados son integrantes de la organización criminal.
Por ejemplo, consiguió que un agente encubierto penetrara en la banda de ?Monstruo? y pudo identificar a varias de las personas intervenidas durante el operativo, gran parte en flagrancia.
La rata de la Policía
El fiscal Edwin Velásquez también acreditó los mensajes de texto con las amenazas a las víctimas de extorsión, que nombraban a los hijos de los agraviados, asegurando que los matarían uno por uno si no les pagaban lo que pedían.
El lenguaje vulgar, repleto de frases inconexas, propio de personas de un bajísimo nivel intelectual, evidencia que los delincuentes al mando del "Monstruo" son individuos que desprecian la vida y que solo les importa el dinero. Con ese tipo de individuos se involucró el suboficial PNP Georgi Araujo Alva, quien, traicionando a la lucha contra el crimen organizado, se puso a disposición de Monstruo, uno de los más feroces y malvados cabecillas de la última década.
Nacido el 3 de julio de 1996 en Lima, Georgi Araujo laboraba en la Armería de la Unidad de Servicios Especiales (USE) de Asalto de la Séptima Región Policial Lima. Tenía como función el mantenimiento de los revólveres, pistolas y fusiles asignados a dicha unidad. También se encargaba de la distribución de las armas de fuego. Pertenecía a la Promoción Disciplina 2015 de la PNP y había completado 10 años en la institución policial.
Su pertenencia a la mafia de Monstruo era clave porque disponía del armamento policial según las necesidades de la banda, por ejemplo, cuando el cabecilla ordenaba asesinar a algún empresario o conductor de vehículos de transportes por no haber accedido a pagar los "cupos".
Según la tesis del fiscal Edwin Velásquez, el suboficial Georgi Araujo no solo abastecía de armamento, sino proporcionaba información clasificada de los operativos y seguimientos que efectuaban sus compañeros de armas contra los integrantes de la organización del Monstruo.
"Hacía el papel de "rata". Era un infiltrado. Todo lo que se enteraba lo informaba directamente a sus cómplices de la organización de Monstruo, sin importarle la vida de sus colegas", relató un oficial de inteligencia que conoce del caso.
Durante el operativo, Araujo arrojó un revólver y un celular por la ventana de su casa, en el distrito de Comas, e intentó fugarse. Sin embargo, fue atrapado por sus compañeros de la institución.
En su defensa, el suboficial Araujo alegó que el arma ni el teléfono eran de su propiedad, pese a que la policía le incautó gran cantidad de municiones en su habitación y en una fotografía aparecía el equipo celular.
Tres testigos protegidos revelaron que, desde la clandestinidad, Monstruo, junto con los integrantes de la organización "Los Injertos del Norte", se dedicaba a la extorsión bajo amenaza de muerte a los transportistas, colectiveros y empresarios del cono norte (Comas, Carabayllo, Puente Piedra y Ancón).
A todos les exigían grandes sumas de dinero a cambio de no atentar contra sus vidas y la de sus familiares. Según los testimonios de los colaboradores, los cobros de "cupos" se hacían mediante llamadas telefónicas, mensajes, audios o videos, enviados a sus víctimas presionándolos a que paguen. Si no cumplían, detonaban artefactos explosivos en la puerta de las casas o negocios de las víctimas, como una advertencia. Si tampoco había respuesta, los asesinaban.
"El Monstruo" obligaba a los transportistas, en especial al rubro de colectiveros, al pago de cupos semanales. Si no acataban los pedidos de la organización criminal, sus sicarios hacían un seguimiento no solo a la víctima, sino a toda su familia, con el objetivo de ejecutarlos en represalia. Esta acción era grabada y enviada a redes con el objetivo de dar un mensaje de su poder y control de la hegemonía de la zona", indicó a La República el fiscal Edwin Velásquez.
Y así fue. El 22 de septiembre de 2024, el presidente de los colectiveros de Puente Ancón, River Silva Ortiz, fue atacado por uno de los secuaces del Monstruo, Nixon Castillo Noriega. El sicario, haciéndose pasar como pasajero, le disparó un balazo, porque se negó a pagar 40 soles semanales. Milagrosamente, la víctima se salvó.
Las autoridades destacaron la detención de Shirley Pajuelo Evangelista, encargada de acopiar el dinero producto de la extorsión. Los testigos señalaron que ella es responsable de la red de distribución de los fondos entregados por las víctimas. Conoce los nombres de los titulares de las cuentas clandestinas en el Perú y en el exterior. Era virtualmente la "cajera" del Monstruo.
Precisamente, otra de las razones de la detención de Martina Hernández de la Cruz, madre del prófugo cabecilla de "Los Injertos del Norte", es que se le detectaron transacciones de dinero a su nombre en Bolivia.
Las fechas en que se hicieron los movimientos bancarios coinciden con el periodo en el que su hijo se encontraba oculto en Bolivia. Es decir, estaba permanentemente conectado con Monstruo y su dinero sangriento.
"S/500.000 o te dejamos un cadáver"
- Doscientos agentes de la División de Investigación Contra el Crimen Organizado (Divincco), la División de Investigación de Secuestros (Divise) y de la Dirección General de Inteligencia del Ministerio del Interior (Digimin) fueron parte del megaoperativo ejecutado en Lima e Ica.
- También fueron allanadas las celdas de cuatro reclusos de los penales de Lurigancho, Chorrillos y Huaral.
- Estas personas estaban conectadas con integrantes de la banda de Monstruo, enviando mensajes extorsivos a las víctimas. Estos son Gian Flores Huánuco, Claren Bados Neyra, Gian Bielich Yucra y William Bados Herbozo.
- "Alinéate, Raúl, lo de hoy con tu hermana solo fue una advertencia. Lo que te pedimos es por tu seguridad y la de tus hijos, hermanas y resto de familia. Te pedimos 500.000 soles, de lo contrario te dejamos un cadáver en la puerta de tu casa y doblamos el monto", dice uno de los mensajes extorsivos.
- También fueron allanadas las celdas de cuatro reclusos de los penales de Lurigancho, Chorrillos y Huaral.
- Estas personas estaban conectadas con integrantes de la banda de Monstruo, enviando mensajes extorsivos a las víctimas. Estos son Gian Flores Huánuco, Claren Bados Neyra, Gian Bielich Yucra y William Bados Herbozo.
- "Alinéate, Raúl, lo de hoy con tu hermana solo fue una advertencia. Lo que te pedimos es por tu seguridad y la de tus hijos, hermanas y resto de familia. Te pedimos 500.000 soles, de lo contrario te dejamos un cadáver en la puerta de tu casa y doblamos el monto", dice uno de los mensajes extorsivos.
FUENTE: LA REPÚBLICA