Minem sobre interpelación del Congreso por Reinfo hereditario: "Yo responderé siempre que se me convoque"
El ministro de Energía y Minas, Jorge Montero, responde a las críticas respecto al reglamento de la ley que amplía el Reinfo y aborda los desafíos del proceso de formalización minera que ha fracasado en el país.

Con seis meses en el cargo, el ministro de Energía y Minas, Jorge Montero, enfrenta una moción de interpelación y una denuncia constitucional en el Congreso tras la publicación del cuestionado reglamento de la ley que le otorga a su sector rectoría sobre la formalización minera y que introduce ajustes a la figura del denominado "Reinfo hereditario".
En la siguiente entrevista a la República, anuncia que, en pocos días, se presentarán las modificaciones a este dispositivo legal. Además, se suma a la corriente de opinión que reconoce el fracaso del Reinfo y comparte sus expectativas de que avance el debate de la Ley Mape antes del término de la legislatura. No escatima en asegurar que su cartera no aceptará presiones ni chantajes en medio de las tensiones políticas que existen en el Parlamento.
- Usted asumió el cargo de titular del Minem tras la censura de Rómulo Mucho en noviembre del 2024. Precisamente, cuando se denunciaba un retraso en la presentación de la propuesta de ley MAPE y se discutía la ampliación del Reinfo. ¿Cuál es el balance de su gestión en cuanto al proceso de formalización minera?
-La formalización es una necesidad que emerge desde el 2002 y que empieza a tomar forma con la ley que rige para la pequeña minería y minería artesanal. Diez años después, se inicia un proceso de formalización que se concreta en un registro en el 2017. Desde entonces, han pasado 8 años y ese registro no ha ayudado como esperábamos y necesitamos todos los peruanos, sobre todo, los pequeños empresarios de la minería artesanal y la pequeña minería.
-De acuerdo con declaraciones del Director General de Formalización Minera, se proyectaban legalizar entre 3.500 y 5.000 mineros hacia el final de este primer semestre y alcanzar la meta de 25.000 a fines del 2025. ¿Se cumplirá este objetivo?
-Es una buena meta, pero espero que sea superior. Es voluntad del ministerio que se formalice a la mayor cantidad posible de empresarios de la pequeña minería y minería artesanal que están dispuestos a invertir su dinero, hacer los trabajos y sacar adelante sus operaciones en el marco de contratos formales con los titulares de las concesiones.
-Sobre ese tema que usted menciona, ¿se debería revisar la ley de concesiones mineras?
-Es un tema que se podría abordar desde el Congreso de la República. Lo que nosotros como sector podemos hacer es llevar este mensaje: al Perú le conviene activar sus recursos y convertirlos en negocios en el más breve plazo. Entonces, es una invitación a los titulares de las concesiones a que las partes de sus concesiones que no las van a trabajar, porque son muy grandes y porque tienen demasiado territorio concesionado, lo contraten con empresarios formales de la pequeña minería y minería artesanal para que ellos pongan en valor esos recursos. Esa es nuestra apuesta. No podemos ir más allá porque hacer modificaciones en un régimen de concesiones, es algo que escapa a nuestras competencias que tiene que ver con la ley de la minería peruana.
- Según la Confemin, uno de los principales obstáculos para avanzar en la formalización es que, de acuerdo a ley, se necesita acreditar un contrato de explotación minera otorgado por los titulares. ¿Cómo atender este problema?
-La gran mayoría de pequeños mineros y mineros artesanales están trabajando en concesiones de terceros con sus Reinfos. Lo que necesita el Perú es activar sus recursos y hay otros empresarios que están dispuestos a invertir su dinero y tiempo en la titularidad que no se está trabajando. Entonces, se entiende y se invita a las partes privadas a que lleguen a un acuerdo de explotación, pero se ha visto que se ha hecho difícil en la práctica.
Estamos dándonos cuenta de que ese diálogo entre partes no se está dando correctamente y no trae resultados. Lo que tienes al final del día es a titulares con gran parte de su concesión no trabajada y gente que está trabajándola con su capital y su riesgo, pero no pueden formalizarse porque no hay ese contrato. Sin embargo, es un acuerdo entre privados. Por tanto, la intervención del Estado debe ser facilitadora del diálogo, que intermedie entre partes, que proponga rutas, tiempos, fechas, paz y tranquilidad. Nosotros pensamos que es una buena fórmula, no para resolver todos los problemas, pero sí una gran parte. No podemos dejar a las partes solas, cuando hay desconfianzas.
-Para buscar puntos de acuerdo, me imagino que usted ha tenido reuniones más de cerca con la Confemin y otros gremios...
-Hablamos con los gremios de la pequeña minería y minería artesanal, con la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía y las empresas privadas. Hace poco sacaron la información que, en los últimos meses, hemos recibido 42 veces a los mineros informales. Y, ¿por qué no? Este es un ministerio de todos los peruanos y de todos los mineros. Lo que no dicen es que recibimos 58 veces a las empresas de la mediana y de la gran minería. Obviamente, que siempre buscamos un equilibrio.
El Perú no necesita tres minerías confrontadas; necesita una sola minería grande, fuerte, que nos integre y que nos haga cada vez más poderosos. En vez de estar confrontados o trabándonos, deberíamos articularnos. El Perú está plantado en 2,7 millones de toneladas de cobre al año. Ya Congo nos pasó, y si seguimos confrontados, nos vamos a encontrar no solo en el puesto 3, sino en el 10.
-Las organizaciones que agrupan a los mineros en vías de formalización proponen incorporar al dictamen de la Ley Mape el derecho de servidumbre, una ruta de comercialización del oro y la apertura de cuentas en el Banco de la Nación para hacer la trazabilidad. ¿Qué le parecen sus propuestas?
-Hay algunas cosas que son de interés de la Confemin y de otros gremios de la pequeña minería y minería artesanal que tienen que ser debatidos por los legisladores para tomar decisiones al respecto. Pero, hay otros temas que son más operativos. Por ejemplo, la trazabilidad del oro, que tiene que ver con un reglamento. Nosotros estamos regulando una trazabilidad con drones, con una cadena de custodia, con una APP en un smartphone para que puedan registrar la información en tiempo real. Esa preocupación sí la podemos abordar, pero hay otras que no, porque son temas legislativos. Eso ya escapa a nuestra directa injerencia, pero, en los temas operativos, por supuesto que sí.
-Se han generado una serie de desacuerdos públicos con la Sociedad Nacional de Minería, quienes arguyen que se trastocaron sus propuestas en el marco del recojo de aportes que ustedes hicieron sobre ley Mape. ¿Es esto cierto?
- La Comisión de Energía y Minas del Congreso tiene la información completa. El trabajo que hizo la empresa que el ministerio contrató para generar este informe de 15 puntos complementarios está grabado. Se hicieron dos grandes reuniones grabadas, que están a disposición de la sociedad. Si quieren verificar, lo pueden hacer. Entonces, yo no creo que haya allí alguna dificultad. Pero, en todo caso, si la SNMPE quiere actualizar algo que dijo hace tres meses y lo quiere precisar, me parece bien que lo haya hecho. Al final del día, son insumos para los legisladores. Lo importante es que la sociedad peruana está discutiendo el tema, que no ha querido mirar en 20 años. Todos participan, están interesados, apasionados y discuten. Es mucho mejor esto a la indiferencia o al silencio.
-¿Cuáles son los consensos que deberían construirse para que la Ley Mape sea la alternativa al Reinfo?
-Este Ejecutivo ya dio su palabra respecto a su posición en referencia a una nueva Ley MAPE. Puso en noviembre del año pasado su proyecto de ley y ya está en la bandeja de entrada de la Comisión de Energía y Minas, junto con cinco o seis proyectos de ley presentados por congresistas de distintas bancadas. No es un trabajo sencillo porque tiene muchas aristas y hay una historia de conflicto detrás de esto.
Hemos convocado a distintas partes, sectores y gremios, al los que les propusimos 15 temas para que discutan. Vino la SNMPE, los gremios, la academia y hemos reportado estos puntos de convergencia y divergencia. A este documento yo le encuentro gran valor. Con eso, creo que nuestros legisladores tienen toda la información para cerrar un predictamen que podamos debatir.
-En una conferencia de prensa del Consejo de Ministros, usted señaló que se realizarán tres modificaciones al reglamento de la ley que amplía el Reinfo, el cual fue cuestionado en la opinión pública por su "carácter hereditario", entre otros aspectos. ¿Cuándo se conocerán los ajustes?
-En pocos días. Nosotros somos un organismo técnico, pero también tenemos que estar atentos a las preocupaciones políticas. Si hay una en un sentido o en otro, se tiene que aquilatar porque de lo contrario, las cosas no fluyen. Entonces, estamos haciendo un ejercicio que va más allá de lo técnico y que considera preocupaciones políticas que reflejan intereses. Eso está bien. Es mucho mejor sentarse en una mesa a discutir intereses que a discutir posiciones.
-Aunque estos cuestionamientos hayan provocado un pedido de interpelación y una denuncia constitucional en su contra, que deberá resolver el Congreso...
-Yo responderé siempre que se me convoque. En un escenario u otro, yo concurriré con la verdad por delante. Los seres humanos podemos equivocarnos, rectificarnos, corregirnos, pero lo que no debemos hacer es mentir. Eso no. Si nos equivocamos, se piden las disculpas y se corrigen las cosas. No hay ningún obstáculo, problema o temor al respecto. Porque este despacho no miente. Trabajamos y si hay algún aspecto en el que hemos errado, se pedirán las disculpas y se harán las acciones, porque eso es humano.
-En un contexto similar antes de debatir la Ley MAPE en el Congreso, el ministro Rómulo Mucho fue censurado....
-En este contexto, hay que explicar, consensuar y agrupar opinión a favor de una proyecto, de un lineamiento o de una visión. Eso también lo estoy haciendo y no depende solo de nosotros, sino de los criterios y de los intereses de los demás. Eso ya lo veremos en el transcurso del tiempo. Estamos claros que este tipo de problemáticas tan complejas y crónicas requieren de una alta articulación multiactor y multisectorial. Lo que no vamos a aceptar es presiones, chantajes o ese tipo de cosas. Somos un ministerio pragmático que toma en consideración las preocupaciones políticas que expresan intereses y que son legítimos, porque el Parlamento está para eso.
FUENTE: LA REPÚBLICA